martes, 30 de noviembre de 2010

Nueva derrota





Huracán volvió a perder, por cuarta vez consecutiva, está en zona de promoción y suma, apenas, 13 puntos sobre 16 jugados.

Empezó mal el primer tiempo. Ya a los siete minutos, el Globo estaba en desventaja. Como viene ocurriendo, Huracán regaló el gol: defendió bien el corner, pero se durmió en la segunda jugada. Goltz cabeceó solo y se agarró la cabeza luego del impacto. ¿Se fue afuera, pegó en el palo, la tapó Calviño?. No, fue gol, pero Paolo no quería hacerlo y por dentro se habrá lamentado. Lo cierto que estábamos en desventaja. La gente empezó a tomar un papel de prótagonista. Algunos insultaban, los otros alentaban. El equipo mejoró: Chichón Nieto tomó el balón y se juntó con Matute. Peña sumaba en ataque pero restaba en defensa, Lemos hizo bien las cosas por las bandas y Zárate. ¿Qué raro es el Rolly?. Cuando juega lo queremos sacar y cuando no juega, no tenemos ese referente de área. El nueve aguantó bien de espaldas, pero ese es el mayor peligro de él: jugar lejos del arco rival y con la vista en el propio. Pese a que no fue peligro, el Globo fue en busca del empate. Los dos cincos nuestros hicieron bien las cosas. Battaglia sabe con los pies y Soplán relega bien a los que se van al ataque y es duro en la marca. La parda llegó tras una buena jugada preparada (lo mejor en el Ciclo Brindisi. Peña lanzó un buen centro y Filippetto cabeceó al palo más lejano de Caranta que solo miró. Estaba bien el resultado, porque los nuestros tomaron la pelota y, con más esfuerzo que fútbol, acorralaron a un Lanús que se encontró rápido con el gol y luego no generó más jugadas, pese a que Regueiro hizo lo que quiso por la derecha, ante un Peña y Villán que no sabían que posición debían tomar en esta línea de 5 confusa. Terminó el primer tiempo con un Huracán mejor parado, con chances sobre el final y con la gente contenta que los despidió con aplausos.
En los segundos 45 comenzaron los miedos y dudas tanto de los jugadores cómo del entrenador. Brindisi sacó a Nieto-lesionado- y a Peña. Ingresaron Lencina y Montiglio. El joven delantero le dio desborde y explosión. El ocho: nada. Tendrá que hacer algo Miguel con él. Pierde en ataque, no ayuda en defensa, falta de ritmo con la pelota. No se porqué sigue jugando.
Battaglia tuvo su chance con un disparo que Caranta se lució al desviarla. Lanús creció y cada vez que llegaba al arco algo pasaba. Regueiro estrelló una bocha en el palo, Goltz falló un cabezazo solo, los delanteros por afuera desbordaban siempre. Huracán se retrazó y solo podría llegar al gol por una contra o pelota detenida. Un hincha en la tribuna se agarraba la cabeza cuando ingresó Castillejos. "Este siempre nos emboca", me dijo. Y fue así. Al minuto de pisar el cesped, le quedó la pelota en los pies y con el arco a su mercéd. No falló y Lanús, a cinco minutos del final, ganaba 2 a 1. Los hinchas ni alentaron ni insultaron, solo se agarraron la cabeza y se resignaron. Tuvimos una clara al final. Centro de Montiglio y no tuvimos suerte para que sea gol. La sacaron en la línea en dos oportunidades.
Terminó el partido. Huracán está muy complicado y tendrá mucho que mejorar. Nos falta confianza a todos. El entrenedar se apresura y desespera por conseguir puntos, los jugadores temen cada vez que los atacan y se hunden en un mar de dudas, miedos e inseguridad cuando le hacen un gol. Habrá que cambiar la mentalidad para el próximo torneo. La dirigencia tendrá que elegir bien los cuatro refuerzos. Huracán necesita de todos para sañir de esta crítica situación. Todavía no estamos vencidos, pero tendremos que dar mucha pelea.


Conferencia de Prensa:


Goles del partido: