sábado, 14 de mayo de 2011

Colón 3 - Los que estuvieron en frente vestidos de blanco 0

Pavor, temor, timidez, cobardía, miedos son todos sinónimos de vergüenza, lo que sentí al ver a Huracán. Con un dibujo inapropiado e improvisado, Pompei decidió cambiar el sistema y nombres. Obviamente, con esta clase de jugadores muy mediocres no le sirvió. ¿Vieron la defensa de Huracán? No sé que se le pasó por la cabeza al entrenador cuando colocó en un entrenamiento a Hereñú de volante por derecha. Segunda pregunta: ¿Vieron el compromiso por la camiseta de Torres, Zárate, Matías Quiroga y Machín? Así es imposible.
Si yo les digo que tienen que adivinar lo que tengo guardado en una caja y les doy como pistas que es un animal con cuatro patas, dos orejas largas, un hocico, pelo largo y dice ¡Guau!, ustedes me dirán que es un perro, claro. Bueno, si tenemos un equipo semi-profesional que no cobra hace más de tres meses, una dirigencia patética y soberbia, una oposición sin presencia, un club que siempre está mal, deudas de dinero y con la gente, hinchas más preocupados por los trapos de San Lorenzo que por Huracán y una institución cada vez más pequeña, la gran mayoría me dirá que es un equipo de tercer o cuarta categoría.
Huracán es eso: un mar sin agua y muy contaminado. Nunca está tranquilo y cuando encuentra veranos, la tormenta tropical nos inunda lo poco cosechado.
¿Se quedará en Primera? El tiempo lo dirá. Hoy pienso que no, pero las matemáticas son las que determinan quien se va al Nacional B. Si fuese un torneo serio donde los peores de la temporada tienen que descender, hace rato tendríamos que estar en Segunda División.
Actitud, coraje, audacia, esfuerzo, valentía, valor son sinónimo de huevos. Lo que le falta a este equipo…
Como siempre, Battaglia, Soplán, Cámpora y el arquero son los únicos que saben lo que se juegan. Puede hacerlo bien o mal, pero respetan la camiseta.