Apenas pitó Laverni el final, un amigo me dijo “hoy descendió Huracán”. Lo miré serio y le contesté que había que confiar, esperar un milagro. Pero nuestra historia reciente nunca nos da otra oportunidad…
El Globo hizo todo para ganar: mostró actitud, fue profundo y tuvo muchas llegadas de gol. Pero cuando peleas el descenso, la suerte te acompaña mucho o nada. Encima, como pasó en todo el torneo, Huracán volvió a regalar los goles de la mano de un jugador que ni en Reserva puede jugar: Kevin Cura. En el primero descuidó la espalda. En el segundo, se pensó que estaba solo en el Ducó.
El tiempo sigue pasando y nosotros no ganamos. Tito ya no sabe qué hacer, la gente está podrida, los dirigentes no aparecen y cada vez tienen más problemas administrativos. La oposición se une para matar, pero no para construir. Esto es Huracán. Se merece lo que le está sucediendo. Un club cada vez menos serio, donde van a votar tres mil socios y hay cinco listas. ¿Vieron como estaba el campo de juego? Ni en la B Metro hay un césped en esas condiciones.
La próxima será de visitante frente a Colón. Ellos nunca ganaron en Santa Fe. A nosotros, por lo menos, nos hacen dos goles cuando visitamos a cualquier equipo. Van a poner otros jugadores, van a probar 25 mil sistemas tácticos. Pero, me parece, que la única solución es rezar y que Masantonio, Tucho Méndez o Guillermo Stábile nos den un regalo del cielo…
