martes, 5 de julio de 2011

Señoras, Señores ha llegado La Historia de lo Martes

Y sí, cada vez más son más los Quemeros que participan y confían en Revolución Quemera. Éste nuevo espacio periodístico en el Globo que tiene como principal objetivo luchar por un Huracán en serio. Marcial Sarrías, nuestro querido arquitecto, nos obsequia otro de sus cuentos. Ésta vez, recuerda el primer ascenso de nuestro Querido Globo. Como siempre, muchas gracias Marcial. Tus relatos engrandecen a este Blog...

El Gordo Pablo
Carlos Menem había asumido en 1989 tras el retiro anticipado de Raúl Alfonsín.
Su principal problema era enfrentar una economía en crisis con cabales muestras de hiperinflación.
Se plegó, para resolver estas situaciones, a principios neoliberales.
Con la ley de Reforma del Estado comenzó a privatizar varias empresas:
Entel, Aerolíneas, Gas del Estado…Se desreguló la economía, pero la situación siguió convulsionada.
Apareció Herman González y apeló al plan Bonex, confiscando los depósitos a plazo fijo- los ahorros usuales en aquel momento-.
El Gordo Pablo tomó una decisión.
Su título de ingeniero iría a buscar nuevos horizontes.
Sobre su cabeza de intelectual
flameaban ya pocos pelos.Creía que era su oportunidad y la de su familia.
Perdería los matambres y las pastas de su mamá Mercedes. Extrañaría al también Gordo Osvaldo, su papá… y también las largas mateadas con Mecha y Roberto.
Pero era su futuro.Allá fue a Saltillo, México, en el límite con Yankilandia.
Afincó allí a su familia y se convirtió en un exitoso.
Pero Pablo volvía y vuelve siempre, unas cuantas veces al año.De esto se trata este nuevo relato.Pablo estaba en Argentina aquel 19 de mayo de 1990…
Roberto, sentado a mi derecha, experto copiloto, había sentenciado:
“Siempre derecho por Pavón…”El Renault también albergaba al Gordo Pablo y los comentarios añejos del hoy abuelo Marcial. “En esta cancha creo que le vi hacer un gol al inolvidable…”Pablo que empezaba a ser usuario de autopistas increíbles dejaba entrever su nostalgia.“Está linda Pavón…” (¿? ).Todo el adoquinado parecía desarmar el coche, la onda roja de los semáforos nos hacía detener cada cien metros. El estadio Eduardo Gallardón queda como al once mil.Tardamos incontables horas.
Pero estábamos por ascender y el
Gordo Pablo era nuestra cábala.Había 22 equipos en aquel torneo: Lanús, Banfield, Colón, Quilmes… también Rafaela, Belgrano de Córdoba, Atlético Tucumán…
Juntamos casi 20 mil Quemeros en aquel pequeño estadio.
El equipo de Babington tenía aliento al por mayor.
Puentedura al arco, Cúper y Wiktor como centrales, Amodeo, Quirós y Herrero en el medio, Delgadito como enganche y adelante Bicicleta Saturno y nuestro querido
Antonio Mohamed.Y sí, claro, el Turco tenía el gol del título debajo de su pelo largo. Centro de Saturno, cabezazo del hombre-niño de calzas y a festejar el campeonato.


A Pablo no le creció el pelo.Cada vez que vuelve lo llevamos a ver al Globo.Como en el triunfo ante los cuervos con gol de Paolo en la Boca.Este torneo lo necesitaremos más que nunca.
Ojalá podamos contar con él, aunque sea para que pueda sentir ese olor argentino a choripan, que tanto le gusta.



Marcial Sarrías para Revolución Quemera