viernes, 30 de septiembre de 2016

Somos esto...

Bueno. Volvemos a empezar. Algo que ya conocemos bastante: dar un paso y retroceder dos. Algo que no cambia. ¿Por qué desgasta tanto Huracán? ¿Quién tiene la culpa? Se fue Dominguez...

Si bien asumió de una manera sospechosa, poco habitual y con una relación tirante con el Presidente, Dominguez acomodó al equipo, lo salvó de una manera penosa del descenso y lo condujo a su primera final internacional que perdió por penales. En el comienzo del 2016, sacó buenos puntos en el torneo local y llegó a los Octavos de Final de la Copa Libertadores. Sus números no fueron ni muy malos ni muy buenos.
Pero llegó el receso invernal. Se le fueron cuatro jugadores titulares y muchos contrapuntos con Alejandro Nadur. 
El primer choque llegó con la no llegada de Lucas Barrios. Un delantero que le costaba más de tres millones de dólares al club. Mucha plata. Luego, se volvió a quejar porque no llegaba ningún delantero a la institución. Ese mismo día, tras mostrar su descontento, Barrales, Depetris y Lesman acordaban su llegada. 
Yo creo que Dominguez se empezó a despedir del club cuando paró un equipo VERGONZOSO en Mendoza y que repitió ante Quilmes y Tigre. Él mismo se contradijo con las situaciones de Müller y Mendoza a quién iba a utilizar (en el caso del juvenil) y lo mandó a Reserva  y a quién no iba a apurar (en el caso del delantero) y que terminó siendo titular.
¿Por Qué Dominguez fue egoísta y quiso mostrar un mensaje a Nadur con un equipo sin delanteros? Le importó poco la institución.
Pero enfrente está Nadur (no tendría que estar en veredas opuestas). Otro tipo de gran carácter que tampoco es de fácil manejo y que, lamentablemente, no confía en nadie. Si bien hay gente BOCHORNOSA en su Comisión Directiva, el Presidente no supo ni quiso armar equipos de trabajo. Su manera es otra. Le gusta tomar todas las decisiones y controlar cada punto del club. Eso también es ser egoísta y no sirve.  
¿Por qué la gente se va y mal del club? La plea entre ellos no fue ni por Barrios, ni por Pelé ni por Ábila. El conflicto empieza con la salida de Espinoza. ¿Qué pasó? El pibe se fue a España tras una movida de Manera (su representante) que le llevó el negocio al Villarreal, lo terminó comprando y lo cedió al Alavés de Pellegrino cuyo ayudante es Compagnucci (padre del actual jugador del club y amigo de Dominguez). A Nadur nunca le gustó todo este manejo y allí se rompìó todo tipo de relación. 
Nadie, en esta historia, es bueno ni malo. Todos juegan para sí. En el medio estamos nosotros. Los hinchas que queremos que gane Huracán los fines de semana y que se dejen de joder con las miserias. Pero, claro, también somos responsables porque sólo nos quejamos por las redes sociales. No nos comprometemos y cuando hay elecciones sólo vamos a votar 2 mil socios. Muy pocos. Para colmo, mientras estas noticias le hacen mal a nuestro club, otros "políticos" de la institución se cagan de risa (perdón por utilizar la palabra políticos) de que nos vaya mal porque sueñan con llegar a presidir la institución. Otras lacras.
Mientras no haya un plan de trabajo, un equipo serio de trabajo y un proyecto a mediano plazo, Huracán seguirá dependiendo de la buena suerte. Todos quieren dar órdenes pero nadie quiere agarrar la pala.
Termino la nota con una frase de Carlos Cucci que resume, mucho mejor que yo, la ésituación de nuestro club: "Me preparo, me ilusiono, me resigno. Somos esto. Sigo estando".

Juan Manuel Penalba
@JuanchoPenalba