¡¡¡Que historia tiene Huracán!!! Siempre que peleamos el descenso no lo hacemos y nos hundimos con mucha pena y sin nada de gloria. Hoy si ganábamos, no teníamos que depender de nadie. Pero nos fuimos derrotados 5 a 1. Una vergüenza como jugó el partido algunos jugadores del Globo. Lemos, Cámpora y algo de Soplán y Monzón es lo único que se puede rescatar de este equipo sin alma, que no merece quedarse en Primera.
Pero sí la gente. Esa que llegó llena de ilusión a Avellaneda y se quedó en todo momento. Los que lloramos al final, porque teníamos el cuarto descenso encima, otra vez. No me voy a olvidar más esa caminata por la escalera. Todos tristes, todos buscando consuelo, todos amargados y llorando. Pero había optimistas, esos locos que seguían pegados a la radio buscando el milagro o que Palermo cabeceara para que Boca empatara. Y uno gritó lo que todos los Quemeros queríamos escuchar: “Gooooooooooooooooooooooooollllllllllllllllllllllllllllllllllllllllll de Bocaaaaaaaaaaaaaaaaaa”. Parece un cuento de Fontanarrosa, pero así fue. El llanto pasó a ser emoción, el abrazo para dar fuerzas pasó a ser uno interminable repleto de energía. Lo que viví en los accesos en la puerta de los visitantes no sé si me va a volver a pasar. Hoy me di cuenta de dos cosas: que a veces Dios sabe que existe Huracán y que el fútbol es un deporte hermoso.Párrafo aparte para la mafia del miedo. Grandes culpables del presente del Globo, del país y de este deporte. Les pegaron a los hinchas de verdad por ovacionar a nuestro Turco. Ojalá algún día alguien tenga el coraje suficiente y hagan eliminar a estos tipos que son muy hinchas…del dinero…
Cuidemos a nuestros ídolos y gracias Turco por ser Quemero. Yo se que sufriste y demostraste ser un profesional. Seguramente muchos te putearan con su pensamiento mediocre.
Ahora nos queda Gimnasia el martes. No pido que sean el Barcelona, pero espero que jueguen acorde al partido que van a disputar. No se olviden que tienen la camiseta más hermosa del mundo y tienen que respetarla.
Te veo el martes Quemero para disfrutar de una vida que nos regalaron…
Ah, me olvidaba: muchas gracias Cellay, de corazón…
Juan Manuel Penalba
