martes, 21 de junio de 2011

La Historia de lo Martes

Me dijo que no por teléfono, que éste equipo no merecía nada. Pero yo se que Marcial Sarrías habrá festejado el gol de Cellay como todos los Quemeros que amamos a Huracán. Acá les dejo su nueva historia...

La culpa la tuvo José
Aquel 16 de junio del 2007 teníamos todo organizado.
Después del triunfo festejaríamos con pizzas y cervezas.
Después iríamos al parque, o tal vez al Ducó.
Pero…
Debo remontarme a una semana anterior.
El 10 de junio Huracán iniciaba su camino al ascenso desde el odiado Nacional “B”.
No había sido fácil. Con el inicio de la temporada, Chiche Sosa fue un fusible que pronto “voló”. El Turco Mohamed volvió, destrozado luego de perder a su hijo en un accidente automovilístico en Alemania.
Era nuevamente nuestro técnico… sí el que ahora nos podría haber condenado nuevamente.
Teníamos buen equipo…
Cellay, el nuevo ídolo del Globo, Ubeda, Sánchez Prette, Milano, Larrivey…En el Ducó estrenamos el telón “Grande se nace”, y ganamos 1 a 0 con gol de Milano de tiro libre al equipo que paradójicamente entrenaba nuestro ex volante central: Teté Quiróz. Una niebla terrible casi nos impedía ver.
Volvamos al 16 de junio…
No viajamos a San Juan. La revancha trajo un clima muy caliente. Pocas entradas y declaraciones contra Babington, nuestro presidente.
Contábamos con ventaja, nos dirigiría un árbitro de primera… el Sargento Giménez…
Aquel departamento de Flores debía cumplimentar todas las cábalas usuales.
Roberto, dueño de casa y el que escribe, ocupando los sillones preferenciales.
Juan, Flor, Leo, Lautaro, Santiago y July… a sufrir desde el piso.
Mecha y Nelly… a tejer… a la cocina… No debían aparecer.
Lo tenían estrictamente prohibido por nuestro desalentado fanatismo.
Abre la cuenta el Cuervo de Tonelotto, pero empata Larrivey.
Alcanzaba…
De pronto suena el timbre.
Era la prima de Mecha con… José, su pareja.
Alto, delgado, pelo rojizo enrulado, poca pinta de saber de fútbol.Entre el griterío nervioso y la casi nula atención del grupo hacia él, decide sentarse en un rincón.
Difícilmente podía ver la imagen que despedía el Phillips.
No emitía palabra alguna.
Nos miramos instintivamente con Roberto y al unísono dirigimos nuestra vista hacia José.
Todavía podíamos.
Pero había llegado él… José, y el árbitro Giménez empezaba a tener un rol protagónico… como José para nosotros…
Brusco, de tiro libre pone el 2 a 1 para los sanjuaninos.
Giménez expulsa a Solana.
Nosotros queríamos expulsar a José… de la Tierra.Íbamos al alargue… pero llegó el fatídico final.
El partido se moría y Giménez decide adicionar
¡ocho minutos!Llegó el tercer tanto de San Martín.
Huracán no ascendería en esta oportunidad.
El árbitro Giménez no dirigiría nunca más.
José, el de los rulos rojizos, no fue nunca más a casa de mi amigo Roberto.PD: Siempre hay que tener a alguien a mano para echarle la culpa.Marcial Sarrías