viernes, 5 de abril de 2013

Goles Son Amores y.... Desamores


Casi siempre lo mismo

Llegué como siempre diez minutos antes.
No estaban Juan Manuel, ni Lautaro.
Tampoco Juan Rey ni Leo.
Flor había decidido no venir.
"Raro", me dije.
Así que asumí el importante compromiso de comentar el partido para Revolución Quemera.
Huracán salió al campo- estaba impecable-, todo de rojo, cual el Liverpool inglés.
Y así comenzó nuestro “dream red team”.
Pelotazos cruzados, paredes en velocidad.
Milano abierto por derecha, Martinez abierto por izquierda, sociedades que triangulaban: Milano, Mancineli y Martinez, Sotelo.
El espejismo duró cinco minutos.
Luego se apoderó del balón Banfield aunque en forma intrascendente.
En la defensa sobresalía la reciedumbre de Erramuspe y la falta de timming para el salto – cual si fuera Domínguez – de Ferrero.
Llegó el gol de Villarruel y como siempre el orden de retraso desde el banco para, supongo, contragolpear.

Contragolpear significa para Huracán y su técnico tirársela bien alta y desde muy lejos a Barrales, para que este la baje de cabeza, la duerma con el pecho, zigzaguee cual Messi en sus piques cortos y la “pique” con alta calidad.
No hace falta saber mucho de fútbol para ver que Barrales no es Messi.
Leo, no Messi, que había llegado tarde, ya estaba a mi lado y sentenció con precisa exactitud,- ya lo mencionó Juan Rey en su previa-, “¿No pasará lo mismo de siempre, no?”.

Comenzó el segundo tiempo.
La violencia de Erramuspe desembocó en una nueva expulsión.
Con diez jugadores nuestro técnico movió el tablero. Afuera Milano, adentro Correale.
Afuera Pity, en un partido que como siempre inicia en forma brillante y termina debilitado. Adentro, el indultado Defederico.
 Villaruel lesionado, dejó su lugar a Casais…y Banfield fue.
Ya no sólo con dominio de pelota y terreno sino con velocidad y buen juego.
Lo que pareció el Liverpool contra Banfield ahora se convirtió en la Juventus (de verde y blanco) contra Huracán.
El pobre de Mancinelli se topaba con tres hombres de Banfield al unísono.

Y aquí me detengo. Mis afamados colegas de R.Q se rieron de mí cuando días atrás dije que Busse era insustituible en este equipo.
Busse, un jugador más que mediocre en un equipo más que mediocre.
Tampoco estuvo en ese sector Danelón…lesionado, y a propósito de lesiones, ¿qué pasará con Giménez?
Un jugador que vino por 20 fechas y de las ochos jugadas sólo pudo hacerlo en dos.
¿Será la dirigencia? ¿Serán pobres las revisiones medicas? ¿Será sólo mala suerte?

El sector derecho daría la impresión que debía ser cubierto por mi ídolo…Sánchez Prette (lo aborrezco, me indigna) .

El círculo central tiene un radio de 9,14 m. (¡¡¡Pi por radio al cuadrado!!!!)
La superficie de ese círculo por consiguiente alcanza 262 metros cuadrados aproximadamente.
Si este círculo de dividiera en cuartos cada uno de ellos alcanzaría 65 metros cuadrados.
Para compararlo: un dos ambientes normal o un generoso living de 10 x 6,50 mts.  Sin sillas, ni sillones, ni mesas.
Este jugador trotó displicentemente por ese living derecho durante 90 minutos.
Sin sillones, ni mesas, ni marcando a nadie ni tomando contacto con el juego. En su desmedro tampoco ningún jugador del globo se dio cuenta que había que marcar el sector, tampoco el técnico.
Por ese andarivel, Banfield generó innumerables avances y centros.
Islas detuvo dos penales que partieron de dicho sector y Banfield llegó al empate por ese lugar de la cancha.
Leo tiene razón, siempre pasa lo mismo.

Arq. Marcial Sarrías

Esto fue escrito antes del comentario de Juan Manuel Penalba.
Como verán disiento en algunos conceptos futbolísticos con el jefe de redacción.
Mi absoluta solidaridad con María Martha y su familia. (Algo me comentó Leo en el entretiempo).



Tenemos el lujo de que el Arquitecto esté diagramando el stand para la Feria del Libro donde Huracán tendrá, otra vez, su espacio. Acá le dejamos el proyecto ideado por Marcial Sarrías...