Casi siempre lo mismo
Llegué como siempre diez minutos
antes.
No estaban Juan Manuel, ni
Lautaro.
Tampoco Juan Rey ni Leo.
Flor había decidido no venir.
"Raro", me dije.
Así que asumí el importante
compromiso de comentar el partido para Revolución
Quemera.
Huracán salió al campo- estaba
impecable-, todo de rojo, cual el
Liverpool inglés.
Y así comenzó nuestro “dream red
team”.
Pelotazos cruzados, paredes en
velocidad.
Milano abierto por derecha,
Martinez abierto por izquierda, sociedades que triangulaban: Milano, Mancineli
y Martinez, Sotelo.
El espejismo duró cinco minutos.
Luego se apoderó del balón
Banfield aunque en forma intrascendente.
En la defensa sobresalía la reciedumbre
de Erramuspe y la falta de timming para el salto – cual si fuera Domínguez – de
Ferrero.
Llegó el gol de Villarruel y como
siempre el orden de retraso desde el banco para, supongo, contragolpear.
Contragolpear significa para Huracán y su técnico tirársela bien
alta y desde muy lejos a Barrales, para que este la baje de cabeza, la duerma
con el pecho, zigzaguee cual Messi en sus piques cortos y la “pique” con alta
calidad.
No hace falta saber mucho de
fútbol para ver que Barrales no es Messi.
Leo, no Messi, que había llegado
tarde, ya estaba a mi lado y sentenció con precisa exactitud,- ya lo mencionó Juan Rey en su previa-, “¿No pasará lo mismo de siempre, no?”.
Comenzó el segundo tiempo.
La violencia de Erramuspe
desembocó en una nueva expulsión.
Con diez jugadores nuestro
técnico movió el tablero. Afuera Milano, adentro Correale.
Afuera Pity, en un partido que
como siempre inicia en forma brillante y termina debilitado. Adentro, el
indultado Defederico.
Villaruel lesionado, dejó su lugar a Casais…y
Banfield fue.
Ya no sólo con dominio de pelota
y terreno sino con velocidad y buen juego.
Lo que pareció el Liverpool
contra Banfield ahora se convirtió en la Juventus (de verde y blanco) contra
Huracán.
El pobre de Mancinelli se topaba
con tres hombres de Banfield al unísono.
Y aquí me detengo. Mis afamados
colegas de R.Q se rieron de mí cuando días atrás dije que Busse era
insustituible en este equipo.
Busse, un jugador más que
mediocre en un equipo más que mediocre.
Tampoco estuvo en ese sector
Danelón…lesionado, y a propósito de lesiones, ¿qué pasará con Giménez?
Un jugador que vino por 20 fechas
y de las ochos jugadas sólo pudo hacerlo en dos.
¿Será la dirigencia? ¿Serán pobres
las revisiones medicas? ¿Será sólo mala suerte?
El sector derecho daría la
impresión que debía ser cubierto por mi ídolo…Sánchez Prette (lo
aborrezco, me indigna) .
El círculo central tiene un radio
de 9,14 m .
(¡¡¡Pi por radio al cuadrado!!!!)
La superficie de ese círculo por
consiguiente alcanza 262 metros
cuadrados aproximadamente.
Si este círculo de dividiera en
cuartos cada uno de ellos alcanzaría 65 metros cuadrados .
Para compararlo: un dos ambientes
normal o un generoso living de 10 x 6,50 mts.
Sin sillas, ni sillones, ni mesas.
Este jugador trotó displicentemente
por ese living derecho durante 90 minutos.
Sin sillones, ni mesas, ni
marcando a nadie ni tomando contacto con el juego. En su desmedro tampoco
ningún jugador del globo se dio cuenta que había que marcar el sector, tampoco el
técnico.
Por ese andarivel, Banfield generó
innumerables avances y centros.
Islas detuvo dos penales que
partieron de dicho sector y Banfield llegó al empate por ese lugar de la
cancha.
Leo tiene razón, siempre pasa lo mismo.
Arq. Marcial Sarrías
Esto fue escrito antes del
comentario de Juan Manuel Penalba.
Como verán disiento en algunos
conceptos futbolísticos con el jefe de redacción.
Mi absoluta solidaridad con María
Martha y su familia. (Algo me comentó Leo en el entretiempo).
Tenemos el lujo de que el Arquitecto esté diagramando el stand para la Feria del Libro donde Huracán tendrá, otra vez, su espacio. Acá le dejamos el proyecto ideado por Marcial Sarrías...