Ganamos y punto. Con cosas positivas y con cosas negativas. Arco en cero otra vez y, con un milagro, el único gol lo marcó un 9. Sí, el mismo 9 que, si era por nosotros, le rescindíamos el contrato luego de su irresponsabilidad en el Bajo Flores. Pero nosotros mismos, también, sabemos —por dentro— que es el mejor atacante que tenemos, aunque nos duela admitirlo.
Pero quiero hablar del 2026. No falta mucho. Me aburre hablar del mercado de pases que ya pasó, y dijimos un montón de veces que fue malo y desaprovechado.
Huracán tiene un tren. Un nuevo tren. Como escribí más arriba, lo positivo es que vamos a la estación central y vemos trenes. Lo negativo es que no siempre compramos los boletos.
Quedan cinco partidos para definir todas las tablas: la nacional y la internacional. Claro que me interesan ambas, y crecer en una te hace sumar aspiraciones en la otra. El club necesita jugar y competir para seguir creciendo como institución y que eso se vea reflejado en nuestros espacios: se avanza poco y se tarda mucho.
No será igual para Poza y compañía planificar un 2026 sin jugar copas, que hacerlo jugándolas. Se vendrá una depuración en el plantel, ventas, y habrá que ver qué pasará con Kudelka, que tendrá el objetivo de ser el primer entrenador que clasifique a Huracán a dos copas internacionales en dos años consecutivos por tabla general.
No perdamos el tren
