Falta de definición, errores defensivos… Parece mentira que estas falencias le hayan costado nuevamente tan caro a Huracán. El equipo dominó todo el partido y tuvo la mayoría de las posibilidades claras de gol contra Instituto, pero en el final bajó la guardia y le permitió al local ser vertical, algo que condenó a la defensa Quemera.
Durante todo el primer tiempo y la mayor parte del complemento, el Globo se adueñó del medio, con la impecable recuperación de los volantes sumada a la imprecisión de los locales. Si bien a Battaglia le costó avanzar con la pelota, logró ser el primer eslabón de las llegadas del equipo. La inmediata recuperación de la pelota por parte de Huracán dejó siempre mal parado a Instituto, y el esquema ofensivo del Globo ayudó: siempre quedaron al menos tres hombres del Globo frente a la última línea. Principalmente se lo buscó a Martinez, quién quedó siempre mano a mano con el lateral derecho y tuvo algunos desbordes interesantes. Mientras Pity buscaba por la banda con la ayuda de Battaglia, por el medio y en el área esperaban Quintana y Vega. Este último quedó en un segundo plano ya que jugó más recostado sobre la derecha, aunque su labor en ese sector fue positiva en varios pasajes del primer tiempo.
Huracán era claramente superior y merecía llevarse la victoria en todos los aspectos, pero las fallas en el último movimiento y el arquero Chiarini mantuvieron el empate. Aun así, las pocas aproximaciones de Instituto al arco de Islas ya asustaban y la defensa de Huracán no le respondía con solidez al buen dominio de los volantes.
Ya para el segundo tiempo, con Bottaro adentro por Quintana, la superioridad seguía siendo clara, pero los desbordes fueron más pasajeros y hubo equivocaciones a la hora de asistir y descargar. El DT cambió a Sanchez Prette por Villarruel, y sin el Cordobes, el equipo perdió posesión y peso arriba. Instituto entendió que era su momento para avanzar, y los errores del Globo le dieron una alegría al golpeado local.
Huracán lo buscó pero Instituto con nada se lo llevó. Cuando la injusticia es mayor, más autocritica debe haber. Es necesario trabajar en la terminación de las jugadas, y la defensa debe ser más rápida y atenta. Cuando la solución es menos visible, solo queda dejar de especular y trabajar en la semana en todos los errores que no le permiten crecer al equipo. El fútbol todavía brilla por su ausencia.
Lautaro Schulz
@LauchaQuemero
