Como bolero…
Como el jefe de redacción – Juancho Penalba – se cansó del
tango he decidido cambiar el ritmo.
Aturdido y abrumado
Así me encuentro ante tantas derrotas
Por la duda de los
celos
¿Tendrà celos Nadur de Cappa?
Se ve triste en la
cantina
Todos tristes en la Bonavena
Un bohemio ya sin fe
Habiendo perdido la ilusión de ascender
Con los nervios
destrozados…
Mejor ni te cuento…
Y llorando sin remedio
Ante las cargadas o el ignorarnos de los demás
Como un loco
atormentado
Esto es literal
Por la ingrata que se
fue
Te pedimos, Turco,
que no nos abandones, pero no quisiste o no pudiste
Se ve siempre
acompañado
Marcial, el de la quimera
Del mejor de sus
amigos
El Dr. Lejarraga
Que le acompaña y le
dice
“Ya está bueno de
licor”
Por el páncreas, ¿viste?
Nada remedia su
llanto
Nada remedia con vino…
Al contrario, la
recuerda
Mucho más su corazón
Como a la gloriosa camiseta del ’73.
Una noche, como un
loco,
Mordió la copa de
vino
Bah… era un descartable con coca, casi me atraganto
con el gol de ¡Brown de Adrogué!
Y le hizo un cortante
filo
Que su boca destrozó
Y la sangre que
brotaba
Confundióse con el
vino, y en la cantina este grito
A todos estremeció
No me importa lo que digan…
Castrili y la policía…
No saben que sos mi vida…
Mozo, sírvame la copa
rota
Sírveme que me
destroza
Esta fiebre de
obsesión
La obsesión de ascender…
Quizás se produzca el milagro…
Tal vez si los demás pierden todo…
“No te apures
compañero
Si me destrozo la
boca
No te apures que es
que quiero
Con el filo de esta
copa
Borrar la huella de
un beso
Traicionero que me
dio”
Mozo, sírvame en la
copa rota
Quiero sangrar gota a
gota
El veneno de su amor …
Mi amor está
intacto…
Sigo
siendo quemero… porque al globo lo quiero…
En las
buenas y en las malas…
Yo te
aliento hasta el final…
José Feliciano junto a su mascota Velázquez. |
Marcial Sarrías