sábado, 19 de octubre de 2013

La Previa, por Juan Rey

Hombre y Lobo

 “Si mi equipo para salir campeón tiene que recurrir a la incentivación, al soborno o la aplicación de estimulantes, yo me sentiría muy mal. Pienso que los triunfos así logrados carecen de sentido, porque desvirtúan la esencia de lo que debe ser el deporte. Ante esta situación solo tenés tres opciones, contar con poder suficiente para cambiar todo esto, cerrar los ojos y someterte, transformándote en cómplice o alejarte. Yo elegí alejarme". 

Cuentan las leyendas que en los pueblos pequeños, durante las noches de luna llena, las puertas y ventanas se cerraban como en ningún otro momento se hacía. Si bien nunca nadie logró ver a las subhumanas bestias que emitían los tétricos aullidos, que vendrían a devorar a ellos y a sus familias, el miedo a lo distinto, la angustia de lo anormal, o el temor por lo desconocido hizo que la humanidad viva sumida en la ignorancia respecto a la existencia de dichas alimañas.
Nuestro protagonista de hoy nadie sabe si habrá sido mordido y contagiado por algún otro licántropo, si es una mutación personal, o si su distinción respecto del resto es simplemente producto de su propia esencia, esa que viene desde la cuna que lo supo cobijar en Valentín Alsina hace más de 60 años.
 En su diagnóstico habría que poner que no es la luna lo que desencadena su transformación, aunque bien podría sustituirse por los reflectores del Palacio Ducó, por la sensación de salir al campo de juego, o por el orgullo de vestir un Globo en el pecho. Esos disparadores lo llevan, cual hombre lobo, a transformarse en una especie distinta, mirada de reojo y casi excluída por el resto de la sociedad, tal y como sus antecesores míticos.
No es por alguna declaración resonante que Jorge Carrascosa haya realizado, ni por haber sido la estrella de algún homenaje televisivo, que hoy se le dedican estas líneas. Justamente, es porque ello no haya sucedido.
Porque nunca estuvo mejor puesto un apodo para alguien que es un bicho raro en la sociedad cortoplacista y resultadista de la cual somos parte. Porque no es retribuido en casi ningún medio el respeto por los compañeros, las instituciones, el juego y los rivales (que en definitiva no son más que compañeros de trabajo). Porque para respetar a otros primero hay que respetarse. Porque los ideales, los valores y las creencias personales parecieran no ser reconocidos, sino denostados, cuando no son compartidos por quien cuenta una noticia.
Porque Carrascosa era un señor adentro y afuera de la cancha. Porque jugando de lateral lograba extirparle la pelota a los rivales con una efectividad asombrosa y sin poner en riesgo su físico. Porque lograba ser el eje de los equipos en los que jugaba, aunque estuviera muy lejos del centro. Porque sabe entender que el fútbol es un juego para nosotros, que da de comer a muchas, pero muchas personas. Porque no tranza con los jerarcas e intenta, desde su lugar, aconsejar a quienes recién empiezan, sin juzgarlos sino comprendiendo la realidad socioeconómica que les atañe.
Por todo eso es que Carrascosa es un desterrado, mirado de reojo, casi con miedo. Porque no les conviene. Porque logra ver más allá de una pelota de fútbol, porque siempre jugó para divertirse, porque declinó ofertas para jugar en Europa por no perder años con su familia y amigos. Porque le abre la cabeza a la gente. Por eso es que nosotros queremos recordarlo. Porque ellos no lo hacen. Porque ellos ganaron, pero nosotros resistimos, nosotros seguimos jugando, seguimos disfrutando.
Porque nuestro hombre lobo también quería ganar, pero no a cualquier precio, quería ganar por mérito propio, entendiendo que el triunfo se disfruta porque existe la posibilidad de la derrota, y que ésta última no es sinónimo de fracaso.

Juan Rey, para Revolución Quemera

Pd: Declaraciones de Carrascosa luego de comprobar la incentivación de Argentina a Polonia para pasar de fase en el mundial 74:

No estaba de acuerdo con que el Mundial sea jugado como algo de vida o muerte, para mí era un hecho natural, aunque no así para los demás. Un partido de fútbol es simplemente eso, nada más. En un partido no está ni el amigo, ni un hermano, ni la patria, ni la vida, no hay que confundir, hay cosas mucho más importantes”.