Volando en Globo
Huracán es magia. Esa magia
que nos hace volar y pensarlo estemos donde estemos, esa fantasía de la que nos
enamoramos noche tras noche cuando estamos lejos de casa, ese amor a primera
vista que termino de consumarse una noche fría de otoño y que dura toda la
vida. En esto pensaba el escritor, mientras oteaba el horizonte disfrutando el
atardecer en el océano pacífico, cuando el mar bañaba suavemente sus tobillos
en alguna playa de la costa latinoamericana, tan lejos del barrio, tan cerca
del cielo. Encandilado por tamaño espectáculo del sol ocultándose bajo el agua,
debía emprender la retirada con sumo cuidado, es que atrás, sólo unos metros
por detrás, yacían inertes en la arena un sinfín de esculturas artesanales, a
las que daba vida, día tras día un peculiar personaje.
Eduardo tenía esposa y dos
hijos. De contextura mediana, tez clara y sin barba. El pelo le caía hasta
debajo de los hombros, por lo que se lo recogía a la hora de desarrollar su
trabajo para que no le interfiriera con la visual. Como en el Popol Vuh,
Eduardo daba vida al barro. La pasión y dedicación con la que trabajaba horas
en la arena rendían incontables frutos, la gente venía religiosamente todas las
tardes, de las más distantes playas, para contemplar el trabajo de cada día,
que era tan asombroso como irrepetible, puesto que el mar se encargaba por las
noches de que las exposiciones en este museo fueran de carácter temporal.
Había comenzado como un
pasatiempo, para entretener a sus críos, formando una sirena. Al día siguiente
creó también un cangrejo y una princesa. Y así, cada tarde se agregaba un
personaje nuevo en el haber de este artista. Hasta que llegó el último día. Las
vacaciones se terminaban, debía despedirse de su público y lo haría a lo
grande, dejando una marca notoria.
Antes de develar su
obra magistral, Eduardo nos contó que era argentino y de Pompeya. Que perdió
todo en el 2001 y se vio obligado a emigrar a España, más precisamente a
Barcelona. Que allí conoció a quien hoy es su mujer, consiguió trabajo y tuvo
la suerte de recorrer la madre patria. A los asistentes poco les importaba, se
encontraban un poco decepcionados, puesto que solo había una escultura, y
encima se encontraba cubierta con lonas, como generando intriga.
Siguiendo con el
prefacio, el original artista relató que en cierta ocasión se hallaba de viaje
en Galicia, más precisamente en Finisterre (que significa, literalmente, “el
fin del mundo”). No había nada a su alrededor, solo viento, frío y mar. Decidió
caminar por la inhóspita playa rumbo a vaya uno saber donde, cuando el viento
tuvo la cruel idea de soplar más y más fuerte. Eduardo se refugió en una cueva,
de esas oscuras, pero que le serviría para pasar el rato. Tan lejos del barrio,
tan cerca del cielo. Recordó sus días de adolescente, cuando se juntaba con su
banda en la casa de sus padres, agarraban las banderas y marchaban hacia el
Palacio Ducó, cuando ir a la cancha era un espectáculo sano. Tan lejanos eran
esos recuerdos, él en el fin del mundo, sin nada ni nadie que lo pudiera
comprender.
Eduardo contó que en
ese momento de desesperación, sus pupilas se fueron dilatando, para dejar
entrar más luz y entonces no pudo creer lo que sus ojos le mostraron. En
Galicia, refugiándose del viento y del frío, en esa cueva que no está en ningún
mapa, pudo vislumbrar sobre las rocas negras, una marca blanca perfectamente
distinguible, hecha con aerosol. El globito. Huracán.
Con lágrimas en los
ojos, reveló lo que se hallaba bajo la lona. Para la gran mayoría de los
presentes, no era más que cualquier otro globo aerostático, perfectamente
logrado, pero quien hoy relata esta historia no pudo evitar compartir el llanto
con su creador, en especial, sabiendo que la “H” del medio no era azarosa, ni
artística, más bien parte de su alma hecha escultura.
Juan Rey, para Revolución
Quemera.
¡¡¡JUEGA HURACÁN!!!
Con Capurro lesionado y Villarruel suspendido, Kudelka se la jugó por Bustos para enfrentar a Sarmientos, el martes, en Junín. El Globo busca su tercer victoria consecutiva.
Monzón; Zaragoza, Ferrero, Dominguez, Arano; Cuesta; Mandarino, Defederico, Bustos; Espinoza y Caruso.
En el banco: Díaz, Bouvier, Sotelo, Casais, Fernández, Martínez, Villafañez, Milano y Arraya. Dos quedarán fuera.
El partido NO VA TELEVISADO. Desde las 21 hs haremos el minuto a minuto en www.revolucionquemera.blogspot.com.ar
¡¡¡VAMOS GLOBO!!!
¡¡¡JUEGA HURACÁN!!!
Con Capurro lesionado y Villarruel suspendido, Kudelka se la jugó por Bustos para enfrentar a Sarmientos, el martes, en Junín. El Globo busca su tercer victoria consecutiva.
Monzón; Zaragoza, Ferrero, Dominguez, Arano; Cuesta; Mandarino, Defederico, Bustos; Espinoza y Caruso.
En el banco: Díaz, Bouvier, Sotelo, Casais, Fernández, Martínez, Villafañez, Milano y Arraya. Dos quedarán fuera.
El partido NO VA TELEVISADO. Desde las 21 hs haremos el minuto a minuto en www.revolucionquemera.blogspot.com.ar
¡¡¡VAMOS GLOBO!!!