jueves, 6 de noviembre de 2014

#GanóHuracán: #EstoNoSeTerminó

Ganamos. Respiramos. Tal vez, muchos de los Quemeros que ya daban por terminado el objetivo de ascenso, ayer, supongo, se les encendió una pequeña luz de esperanza para volver a Primera. Si bien faltan 5 partidos y estamos a 5 puntos, el equipo mostró otra cosa, cambió la actitud, agarró el diccionario y utilizó algunas palabras que habían olvidado o que quisieron olvidar: reacción, compromiso y solidaridad.

Y eso que a los 50 segundos ya perdíamos 1 a 0 con un gol de la Pulga Rodríguez a más de 30 metros ante un Giordano que se cayó por culpa de su calzado pero que nunca protegió su palo y le facilitó toda esa zona al delantero tucumano. Preocupa, y mucho, el bajísimo nivel del arquero suplente que en casi dos partidos, le patearon cinco veces y le hicieron cuatro goles. Encima, no da seguridad en el juego aéreo y muchas veces se complica con jugadas simples.



Luego del gol rival, pocas pensábamos que el final podría ser feliz. Pero lo cierto es que Villarruel empezó a adueñarse de la mitad del terreno, Toranzo se puso el traje de enganche, Martínez empezó su explosión por izquierda, Espinoza por derecha y Ábila, que muchas veces criticamos por su desgano, luchó siempre contra los centrales rivales, supo habilitar, pivotear y se conectó en todo momento con los volantes. Casi todo el primer tiempo fue de Huracán que tuvo varias chances para empatar pero su suerte, muchas veces, lo condena: la Pulga pateó de 30 metros y la puso en el ángulo. El Pity intentó lo mismo y pegó en el palo. Miren todo lo que tuvo que trabajar el Globo para llegar al empate que, en la jugada del tanto de Ábila, le quedaron tres rebotes a pasos de la línea del arco y recién en el último pudo empujarla Wanchope para lograr el merecido 1 a 1 parcial.



En el complemento, Huracán siguió yendo para adelante, tenía más espacios que en la primera etapa y era fundamental la velocidad y la inteligencia en los últimos metros porque en defensa no sufría y sólo le faltaba convicción para darlo vuelta. Por eso, no sorprendió el segundo gol de Ábila tras una demostración SENSACIONAL de Espinoza de cómo jugar éstos partidos: el pibe del club incomodó la salida, robó la pelota, habilitó al 9 que definió genial ante la salida de Calviño. Aplausos para Wanchoe. Ovación, de pie, para Cristian.



Si bien la expulsión de Erramuspe fue injusta, Apuzzo rearmó al instante la línea de 4. Mantuvo a los rápidos en la cancha, tuvimos más oportunidades de estirar la ventaja y las complicaciones llegaban por errores propios y no por logros ajenos: a Giornado se le escaba la pelota de las manos y Ábila, que hizo dos goles, le importó un carajo la historia del club e hizo éste mamarracho que nos tuvo con el corazón en la mano hasta el final.


Huracán, hasta ahora, sólo ganó 4 partidos y a los mismos rivales. Tendrá que ser lo más perfecto posible para llegar al objetivo. Hablé de nuevas palabras en el diccionario cuando comencé la nota. Me gustaría que quiten una: ego. El ego de los jugadores en ir a menos por no querer a un entrenador. El ego de un ex entrenador en no quererse ir en su momento. El ego de los dirigentes. El ego de medios partidarios. El ego de muchas hinchas que parecen disfrutar que al club le vaya mal.
La próxima final será ante Santamarina. Sigamos con las cábalas. Dios quiera que la cosa cambie.


Juan Mnauel Penalba
@JuanchoPenalba