sábado, 8 de noviembre de 2014

#LosPuntajes, por Agustín Macri

Deambulo taciturno, mientras repaso cada uno de los hechos que nos llevaron a esta situación. ¿Y si Nadur echaba antes a Kudelka? ¿Por qué los jugadores pusieron menos empeño en los partidos en los que Frank Darío estuvo en el banco? ¿La mala relación con el DT los justifica? No, de ninguna manera. Si el nivel real de los jugadores es éste, ¿por qué durante catorce fechas cumplieron a rajatabla la ley del menor esfuerzo, dejándonos al borde del abismo? Tres, más tres, más tres… Las cuentas todavía dan, pero para conseguir el objetivo hay que ganar todo lo que queda.

Con la victoria ante Atlético Tucumán, en la cabeza de todos los 
quemeros se detuvo, por un momento, aquella rumiación eterna que sólo finalizará cuando Huracán esté en la primera división.  El partido comenzó de la peor manera para Huracán: al minuto, y tras un resbalón del –para nosotros– peor arquero de la categoría, la “pulga” Rodríguez puso el 1 a 0 para el conjunto tucumano.

Tras el gol, y luego de unos minutos que resultaron interminables para el globo, en los que primó la desesperación, comenzaron a mostrarse los primeros indicios de reacción, producto de un adelantamiento en el campo del conjunto quemero. A partir de allí, Huracán comenzaría a adueñarse de la escena y, más tarde, marcaría el empate tras un buena jugada de Wanchope.

En la segunda parte, el conjunto dirigido por Néstor Apuzzo mantuvo esta intensidad que lo llevó a adueñarse del terreno y del balón, lo que le permitió adelantarse en el marcador, tras una buena definición de Ábila –previa asistencia del incansable Espinoza–. Luego del tanto, el globo seguiría dominando las acciones, hasta la expulsión de Erramuspe: fue a partir de allí que el globo comenzó a retrasarse en el campo y, si bien tuvo oportunidades para ampliar la ventaja –un penal inclusive–, sufrió cuando Atlético, apremiado por conseguir el empate, lo atacó con pelotazos y centros al área.

Con el apoyo de @mftattoo, los puntajes de la victoria de Huracán:

Giordano: 1 – A la actuación del ex Brown de Adrogué no le cabe otro adjetivo que “bizarra”. Rebotes insólitos, inseguridad y hasta por momentos miedo de parte de un arquero experimentado, que ya tiene tres descensos en su haber. En el tanto de Atlético, se resbaló y no pudo contener un remate que, si bien fue potente, recorrió una amplia trayectoria, dándole tiempo para reaccionar. En la segunda mitad, ya con Atlético lanzado al ataque, brindó todas las facilidades posibles para que nuestro rival consiga el empate.
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Mancinelli: 4 – Como en la etapa de Llop, demostró que no siente el puesto, ofreciendo una participación más que limitada en ataque, y pocos recursos físicos y técnicos para clausurar la banda. No hay tiempo para inventos, es por ello que Apuzzo deberá volver a incluir a Mandarino.
Erramuspe: 4 – Sin dudas es una pieza importante para nuestra defensa – quizás el más sólido de la misma –, pero aún sigue repitiendo aquellos deslices que hacen de Rodrigo un jugador irregular, por momentos inseguro y no del todo criterioso a la hora de marcar.
Domínguez: 5 – Volvió a la titularidad con una buena actuación, siendo el pilar de una defensa que no fue del todo sólida, pero que mostró una pequeña mejoría respecto a lo que vimos fechas atrás. A lo largo del campeonato, ninguno de los cuatro marcadores centrales han sido una garantía ni han podido demostrarnos que están a la altura del club, es por eso que Domínguez, que evidenció un nivel aceptable en lo futbolístico –no así en lo humano–, está en condiciones de hacerse con el puesto.1
Arano: 4 – Disimuló otro flojo partido, en el que fue fácilmente desbordado, aportando una buena cuota de sacrificio. Si Apuzzo apuesta a la experiencia, deberá tenerlo en cuenta; pero no tengo dudas que si Huracán retorna a primera, deberá buscar un lateral de jerarquía.
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Toranzo: 4  – En esta ocasión, se recostó sobre la banda derecha, y no sólo perdió peso ofensivo, sino que tampoco pudo cumplir la tarea de recuperación que se la asignó –es cierto que sus capacidades naturales poco tienen que ver con la marca–. Huracán necesita al Toranzo del semestre pasado y en este momento en el que estamos tan urgidos, poco importan sus paupérrimas actuaciones y su desgano de las fechas anteriores. Ya habrá tiempo para apartar a quienes no les sirven a Huracán, mientras tanto, necesitamos que todos den lo mejor de sí en pos del club. Los jugadores descansaron catorce partidos, ahora es tiempo de que dejen la vida en estos cinco partidos que restan.
Villarruel: 6 – Como siempre lo marcamos, su trabajo es silencioso y debe adueñarse de toda la zona central, ya que por delante suyo Vismara aporta poco y nada para proteger la última línea. Con regularidad, cada partido despliega una amplia gama de recursos que, si bien no lo destacan como Martínez ni lo posicionan como un jugador codiciado por clubes como Boca o River, contribuyen para que Huracán funcione correctamente. Así como marcamos su empeño y lo positivo que resulta para nuestro equipo, también debemos señalar que no dispone de un jugador con el que pueda asociarse para distribuir, y que a su vez lo auxilie en la recuperación del esférico ese rol debería ser llevado a cabo por Vismara, que aún no ha podido desarrollar su mejor juego–.
Vismara: 2  – En cada ocasión en la que se pone esta bella camiseta, va acumulando deudas con nuestra institución, ubicándose en el lugar de jugador resistido y provocando un hastío notable en los quemeros. Escaso compromiso con la camiseta y una actitud mediocre definen a un jugador apático, que toma malas decisiones y que poco hace para reivindicarse, que no deja el alma cuando debe marcar  –condición indispensable en una categoría en donde prima la fricción y la fuerza física – y que apenas se limita a dibujar una sombra casi inerte en el campo. Ojalá prime la lógica y Apuzzo lo envíe a aquel lugar en el que siempre debió haber estado: el banco de suplentes. Quizás, desde allí, sea más influyente que cuando está en el campo de juego.
Martínez: 8  – Explosión, compromiso, actitud y talento. El Pity tomó las riendas del equipo y le sacó el máximo rédito a todas sus capacidades, completando un gran partido, en el que aprovechó todas las debilidades que Atlético presentó en las bandas, para desde allí desbordar, centrar y asistir a sus compañeros. Demostró que tiene condiciones para ocupar la mitad de la cancha y también para actuar como una suerte de extremo o wing. También debo destacar a Apuzzo, que valiéndose de la velocidad de nuestra joven promesa, planteó un partido a la medida de sus extremos, que aprovechando la debilidad del contrario en los laterales, golpearían con contraataques rápidos. Esto dio resultado y Martínez, tras otra gran actuación, volvió a demostrarnos por qué es uno de los mejores jugadores del fútbol argentino.
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Espinoza: 8  – Cualquier calificativo que utilicemos para describir el sentimiento de un hincha –como lo es Cristian– se vería absurdo ante la realidad, que supera todo tipo de crítica o elogio que podamos elaborar. El pibe fue un quemero más, que sabiendo que “las papas queman”, dejó hasta la última gota de sudor en la cancha, desplegando un arsenal de recursos notables que lo definen como un jugador completo en todo sentido.  Sería injusto calificarlo sólo como "sacrificado" pues, además de destacarse por ello, también está dotado de cualidades que le permiten ser incisivo y llevar peligro para la defensa rival.
Ábila: 7 – Gran partido de Wanchope, que se reivindicó tras una serie de partidos en los que había dejado varias cuentas pendientes. Volvió al gol y eso es más que positivo para un Huracán que tiene serios inconvenientes a la hora de la definición. Su partido fue completo y hasta incluso exhibió algunos movimientos interesantes, destacándose el de la jugada previa al empate del globo. Si bien quedó un tanto opacado por la displicencia con la que ejecutó el penal error que casi nos cuesta el partido hizo un gran trabajo. 

1: A la hora de nombrarlo, no puedo dejar de señalar su soberbia –actitud permitida por la Comisión Directiva, experta en “llaissez faire, llaissez passer” – al posicionarse casi como dueño del club, tomando decisiones cual mánager, decidiendo respecto a los entrenamientos y a la relación con la prensa, e incentivando al plantel para que no den todo de sí. Si queremos crecer como institución, no podemos depender de un jugador de fútbol, ni pretender que éste se ponga al mando, por encima del técnico y de la dirigencia.

Caminantes del tiempo
liderados por
patrones del Hades
Allí estaban…

Llevando un crucifijo
de cientos de años,
abrazándose
sobre las más oscuras pasiones

Olvidando aquellas esferas celestes
que han acogido al orbe
cuando la noche
vino a robarse el alba

Omitiendo que entre tanta
inercia y mundanidad
hay almas urgidas,
que se han fusionado
a un amor en rojo y en blanco