En los primeros 20 minutos del encuentro, el equipo de Apuzzo, contagiado por el ímpetu transmitido desde la tribuna, arrolló a Mineros, que salió a jugar con cierto resquemor, esperando en su campo para medir las fuerzas de su rival. Fue en ese momento de dominio quemero cuando, de tiro libre, Valoyes puso en ventaja al conjunto venezolano, con algo de complicidad de Marcos Díaz —el remate vino con mucha potencia, pero fue a su palo—. Siete minutos después, Villarruel presionó a un defensor del conjunto de Guayana en la puerta del área, y tras un grosero error del arquero, que jamás pudo inclinarse para tomar el balón, puso el marcador en tablas.
Cuando Huracán parecía haber conectado un golpe certero para el ánimo del visitante, Marcos Díaz sufrió un desgarro y fue reemplazado por Matías Giordano, quien más tarde sería uno de los protagonistas de la tarde-noche copera en el Palacio Ducó.
Comenzaba el segundo tiempo, y el globo, carente de ideas, no podía inquietar a Mineros, que se atrincheraba en zona defensiva, expectante para atacar los espacios vacíos que dejaba el conjunto quemero. A los 20 minutos del complemento, se produciría la vuelta de Daniel "Rolfi" Montenegro, quien ingresó por Luciano Balbi, y terminó siendo la figura excluyente del encuentro, ya que en menos de media hora logró generar más que el resto de sus compañeros, en los que bastó para inferir que se trata de un jugador de jerarquía que aún no perdió sus cualidades innatas, que en cada ocasión en la que entra en contacto con la pelota ofrece distintas variantes, entre ellas, el remate de media distancia, recurso del cual carece este equipo, y la astucia para generar juego y para, por ejemplo, fabricar un penal.
El ingreso de Montenegro era vital para Huracán, que no encontraba espacios, pero daba la sensación de que relegar a Balbi no era la mejor alternativa ya que quedó conformada una línea de tres que no pudo ante la velocidad —cualidad distintiva del conjunto venezolano— de Mineros, y que evidenció graves falencias que casi nos cuestan el partido. Fue en ese momento en el que Mineros desplegó lo mejor de su fútbol, y logró incomodar al globo, que lució desordenado. A los 81 minutos, Vélez sancionó un penal inexistente que Valoyes transformó en gol. A partir de allí, el equipo de Apuzzo intentó igualar el marcador con vehemencia pero sin ideas, y cuando sólo restaban dos minutos para el desenlace, Montenegro cayó en el área, Vélez "compró" y Domínguez se hizo cargo de la situación, sellando el empate final.
Con el apoyo de Mftatto, los puntajes del empate del globo:
Díaz: 5 - Estuvo un tiempo en la cancha —salió por lesión— y sólo tuvo una intervención. En el gol, si bien el remate fue formidable, reaccionó tarde —luego asumió su error en los medios—
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Mancinelli: 4 - Hasta el desenlace de la primera mitad había tenido un correcto encuentro, pero luego, cuando salió Balbi, exhibió varias falencias y fue desbordado con frecuencia.
Nervo: 4 - Al igual que Mancinelli, concretó una buena primera mitad, pero luego, cuando quedó conformada la línea de tres, no supo ocupar los espacios y perdió en la mayoría de las ocasiones. Flojo partido del ex Arsenal.
Domínguez: 6 - Sólido e infalible en todos los aspectos del juego, incluso cuando se retiró Balbi y Mineros se adelantó en el campo. Brindó seguridad en el mano a mano, aunque tuvo algunos inconvenientes para ceder el balón, en parte por la pasividad del mediocampo y la premura producto del resultado. En el final, se hizo cargo del penal cuando la pelota "quemaba". En lo que va del 2015, Eduardo es uno de los puntos altos del equipo.
Balbi: 6 - Mantuvo la regularidad que había mostrado en los compromisos anteriores. A pesar de que no se proyectó demasiado ni fue influyente en el área contraria, nuevamente fue uno de los mejores de la defensa, ya que aportó velocidad y estuvo sobrio en cada una de las acciones.
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Villarruel: 6 - Buen partido de Lucas, que cooperó en la generación de juego y en la circulación del balón en los primeros minutos, y que pudo convertir, algo que no es usual en él. Luego, en la segunda mitad, perdió intensidad y no pudo sostener ese ritmo, pero en líneas generales hizo un buen trabajo.
Vismara: 7 - Uno de los mejores de la cancha. El más regular, al menos. Logró suplir su ritmo tenue con otro tipo de recursos. Se ubicó bien en la cancha, estuvo donde el equipo lo necesitaba para cubrir los espacios y relevar a algún compañero cuando fuese necesario. Con la pelota en los pies aún tiene algunos inconvenientes, ya que no es del todo preciso, se toma un tiempo más para cederla y jamás se anima a rematar al arco.
Toranzo: 4 - Desde la goleada en Lima, jamás pudo dar ni un ápice de lo que brindó en aquel encuentro. Estuvo lento, impreciso, desatento y por momentos desganado en su andar. A pesar de sus papiros, y de ser un jugador que se perfila como ídolo, no debe ser titular si mantiene este nivel.
Gamarra: 5 - En esta ocasión, su producción sufrió el ocaso lógico producto del cansancio y de la seguidilla de partidos como titular. A pesar de todo, exhibió destellos de calidad, y un remate suntuoso que dio en el travesaño. Apuzzo deberá darle descanso.
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Torassa: 4 - Su notable capacidad de iniciar las jugadas, y el desenlace fallida de las mismas influyen demasiado en la percepción que el hincha tiene del ex All Boys. Es cierto que por momentos muestra buenas variantes, pero jamás logra desplegarlas plenamente, y finalmente cada una de ellas se disipan y sólo quedan en buenas intenciones. Ojalá Edson Puch tenga algo más para dar. El equipo necesita, con carácter de urgencia, un jugador con desequlibrio, que pueda hacer las veces de Espinoza.
Ábila: 5 - Se movió, luchó, peleó y aguantó absolutamente todo lo que le arrojaron. En la primera mitad, valiéndose de su capacidad física, le ganó con el cuerpo a un defensor rival, y le cedió el balón a Vilarruel, quien marcaría el empate tras un blooper de Rafael Romo. Luego, en la segunda mitad, no lució cómodo ni encontró espacios para desplegar su mejor juego. El déficit, en esta ocasión, no estuvo en él sino en el equipo, que abusó del pelotazo a cualquier parte.
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Giordano: 6 - A pesar de las dudas que genera su figura, tapó dos pelotas de manera extraordinaria, y terminó siendo decisivo para que el globo al menos se lleve un punto. Ojalá repita esta actuación, ya que durante tres semanas será el arquero titular.
Montenegro: 7 - En tan sólo treinta minutos, conectó dos remates magníficos, de los cuales el primero, que iba con destino de red, rebotó en un rival y el segundo también corrió la misma suerte, pero tras el desvío se estrelló contra el travesaño. Luego, hizo gala de sus dotes actorales e inventó un penal que Vélez "compró" y que Domínguez transformó en gol. Más allá de todo lo extrafutbolístico que se pueda decir de él, no hay dudas de que es un jugador de jerarquía, quizás, incluso, el mejor del plantel. Sólo media hora bastó para que sea la figura de Huracán. Auspicioso debut del Rolfi.
Agustín Macri
