martes, 12 de mayo de 2015

Balance de la gestión Nadur, por Ignacio Caputo

Hola, me presento. En esta sección voy a intentar cada tanto hacer críticas, sí, críticas, pero constructivas. No con mala leche si no con el objetivo de poder remarcar los errores en todo sentido para crecer, que es lo que queremos absolutamente todos los socios de Huracán 



En esta primera parte, haré un repaso de la Gestión Nadur, más que nada en la parte futbolística, después tendremos tiempo de analizar el resto. Lo separé por partes para que todos y cada uno pueda apreciar en sí los datos y las opiniones, arrancando por las Copas Argentinas, siguiendo por la campaña en la B Nacional y terminando por la Copa Libertadores de América.

Copa Argentina: El arranque de la Copa Argentina para Huracán en la gestión Nadur no fue buena, ni tampoco mala. Un equipo alternativo del Globo -que ya para ese momento peleaba por mantener la categoría- enfrentaba a un inferior Excursionistas, al cual no pudo doblegar en ningún momento, y en los penales le arruinó el sueño de seguir en pié. Para la temporada siguiente, a Huracán le tocó un rival más fácil, un Racing de Olavarría al que el Globo despachó por 5-1 sin hacerse mucho problema. Después, ya en los 32º, le tocó Godoy Cruz, un rival de Primera, el cual con titulares no pudo doblegar durante los 90' a un Huracán suplente, pero sí pudo hacerlo en la tanda de penales. Por último, la 2013/2014. La que muchos de los que estarán leyendo como quién les escribe, van a recordar toda su vida como la primera vez que pudieron gritar "Dale campeón". Todo arrancó en Sarandí, en un estadio sin público  y ante un Crucero del Norte que al igual que los de Parque Patricios, fueron con suplentes. El partido fue raro, muy. Huracán empezó ganando a los 5 minutos del primer tiempo, pero tuvo que esperar recién hasta los 89' para poder poner el 2-2 final y poder ir a penales. Allí, empezaba el milagro. Huracán ganaba una tanda de penales después de 70 años y pasaba de fase. ¿El sorteo de 16º? Ni más ni menos que Boca. Huracán dio uno de los primeros gran golpes en la Copa. Despachó, quizás no jugando mejor pero pegando en los momentos justos y aguantando más que bien, a Boca y ya pensaba en Octavos. ¿Rival? Banfield. En otro partido raro que no solo estuvo en duda sino que fue postergado y así también visitado por una lluvia torrencial, Huracán igualó 2-2 con el Taladro y gracias a un tal Marcos Díaz, o mejor conocido como Marcos Dios, el Globo pasó de ronda. Cuartos, y Estudiantes. El Club de La Plata venía con muchas ilusiones de ganar y de hecho empezó haciéndolo, pero minutos después Huracán igualó el partido y en los penales volvió a suceder el milagro en los penales; el Globo derrotaba al conjunto de primera división y se metía en semifinales, donde lo esperaba otro conjunto de primera división, Atlético Rafaela. Huracán ese partido lo pudo encarar como tal y lo dominó de punta a punta, fue superior y logró ganar por 2 tantos contra 0 sin hacerse muchos problemas. Llegaba el gran día. Huracán jugaba una final después de 5 años y podía gritar campeón tras 41 años. Gracias a Dios, se dio. Se nos dio. Huracán fue campeón, el resto importa poco. Se igualó 0-0 en un partido muy friccionado ante Rosario Central, y otra vez el gran Marcos Dios nos regaló una caricia al alma. Huracán era el campeón nacional y tenía la chance de jugar tras 41 años, la Copa Libertadores de América, y la SuperCopa ante River, torneo que otorga otro título nacional. La gestión obtenía su primer alegría. 



B Nacional: No todo empezó como queríamos. Compartíamos la famosa B Nacional de la primera vez en la historia de uno de los dos más grandes del país en la categoría, River Plate. Huracán en ningún momento se tomó el rol de protagonista; es más, en la mitad del campeonato, el Globo ya estaba en el último lugar de la tabla de los promedios y la lucha ya era inminente por al menos, mantener la categoría. El equipo logró sobre el final no tener que jugar la promoción por no descender y eso ojalá sólo quede como una anécdota triste y no mucho más. En la temporada siguiente, 2012/2013, Huracán ya sí se consolidaba como serio candidato más allá de lo que había pasado una temporada atrás, y de hecho algo así fue. En ningún momento el Globo compitió ni siquiera por el segundo lugar, pero llegó matemáticamente con chances de ascender hasta 4, 5 fechas antes del final. En la 2013/2014, ya todo fue diferente. Huracán arrancó mal, muy, perdiendo 7 de los primeros 10 partidos, con cambio de técnico de por medio y con levantada del equipo, para la fecha 30 Huracán ya se permitía soñar con la tan ansiada vuelta. Costaba, costaba mucho; Banfield y Defensa se cortaban arriba y la pelea ya estaba entre Instituto e Independiente, casi no dando lugar a ningún otro equipo para el tercer puesto, pero eso no fue así. Huracán en la segunda rueda fue una maquinita, fue el mejor de punta a punta, pero se dio el lujo de empatar dos partidos contra dos equipos que ya estaban descendidos, y eso hizo que tenga que ir a un desempate con Independiente. ¿La historia? Conocida por todos. Huracán fue más pero empezó perdiendo, sobre el final logró empatar el partido pero el tanto fue mal anulado por un horror del juez de línea, que le privó al Globo el empate, y muy cerca del final con el conjunto Quemero ya jugado, el de Avellaneda sentenció el 2-0. Después de aquella derrota, un campeonato distinto. Un torneo de 2 zonas, con 5 ascensos por zona. Todo indicaba -el mismo primer partido en el cual Huracán aplastó a su par de Temperley- que por fin el ascenso era un hecho y muchas fechas antes del final. Pero no fue así. El destino otra vez nos jugaba una pasada más. Más allá que a Huracán no lo favorecieron ni mucho menos, fue perjudicado en varios partidos en los cuales perdió muchos puntos que nos hubiesen dejado aliviados mucho tiempo antes de lo previsto. Para la mitad del torneo, el Globo se encontraba último. Sí, último, en el peor momento de su historia; la B Nacional otorgaba 5 ascensos entre 11 equipos y Huracán estaba 11º. Increíble, pero todo cambió. Huracán tuvo una levantada inigualable, le ganaba a todo equipo que se le cruzase, y tras obtener casi el 90% de los puntos desde aquel magro 3-0 ante Sportivo Belgrano en el Ducó, logró llegar a un desempate ante Atlético Tucumán. Sí, otro desempate más, pero esta vez habría un final feliz. Huracán caía en la provincia de Mendoza por 1 tanto contra 0, pero logró la igualdad a través de Mancinelli, y posteriormente en el alargue, con Romero Gamarra, Ábila y Torassa. Huracán estaba en 1ra. Huracán volvía al lugar que le correspondía. La gestión obtenía su segunda alegría tras la obtención de la Copa Argentina. 




Copa Libertadores de América: Fue un sueño. Una utopía. Huracán 41 años después y por haber ganado la Copa Argentina, se encontraba en Perú para disputar el primer partido por Copa Libertadores del club en el Siglo XXI. Y Huracán jugó como si la jugase todos años. Como si estuviese acostumbrado de toda la vida. Metió 4 goles y sentenció la serie en la ida. ¿La vuelta? Un 0-0 aburrido, apagado, obviamente condicionado por el resultado en la ida. Y allí estábamos. Allí estabas vos, Globo. En el grupo 3 de la Copa Libertadores de América. Compartiendo grupo con el poderoso bicampeón de Brasil, Cruzeiro; y con otros dos equipos casi ignotos, desconocidos, como lo eran la U de Sucre y los Mineros de Guayana. La fase de grupos no comenzó de la mejor manera. Se igualó sobre la hora ante un Mineros que no fue superior que Huracán pero que tranquilamente pudo haberle robado los 3 puntos al Globo en su casa. Después, nos tocó ir a Brasil. Al Mineirão. Donde algunos meses atrás, la mística Verdeamarela se comió 7 con el campeón del mundo, Alemania. Donde pocos podían siquiera empatar ante el equipo con el presupuesto más alto de Sudamérica, el Cruzeiro. Y Huracán jugó como en la noche Peruana. Se le plantó a su rival, si bien fue superado, supo manejar el encuentro y hasta sobre el final tuvo su chance para ganarlo, que no fue así, pero se trajo un valioso 0-0 de Brasil. Después, el par de encuentros ante Universitario de Sucre. Primero una igualdad chata allí, en Bolivia, y luego fue un 1-1 en el Ducó. No era el mejor de los panoramas para Huracán pero tampoco era el peor, ya que de sacar los 6 puntos siguientes, clasificaba de forma directa sin importar nada. Llegó la fecha 5. Huracán recibió al Cruzeiro y lo aplastó, ni más ni menos, lo aplastó. Le ganó 3-1 dando cátedra por momentos de fútbol, y con un panorama más que claro ya que enfrentaba al venezolano Mineros que ya no participaba por nada y que el único punto lo había conseguido en nuestra casa. Nada de lo que debía pasar, pasó. Huracán dio pena, lástima, hasta asco por momentos, cayó por 3-0 y quedó afuera de la Copa Libertadores de América. 




SuperCopa: Huracán volvía a San Juan. Volvía una vez más. Volvía gracias a que 5 meses atrás, en el mismo estadio, se coronaba campeón de la Copa Argentina tras vencer a Rosario Central. Esta vez le tocaba enfrentar al campeón de la Superfinal 2014 que coronó a River como campeón de la temporada 2013/2014, tras ganarle a San Lorenzo. Huracán encaró el partido como lo debía encarar, como una final, jugándole a River sabiendo de sus virtudes y sus limitaciones. Y funcionó. En la mitad de la primera parte, Toranzo abrió un pase para el gran Cristian Espinoza que se mandó otra de las suyas, otra corrida monumental y sensacional, y metió un pase qué, tras desviarse en Kranevitter, le quedó a Edson Puch, Puchi,  Comando, cómo quieran llamarlo, y el chileno se encargó de fulminar a Barovero y a otra cosa. Después de eso, todo de River. Huracán sufrió el partido ya que River lo atacó y atacó y atacó pero no pudo quebrar la valla del mejor arquero que tuvo el Club Atlético Huracán en su historia; que otra vez se vistió de héroe con tapadas sensacionales; Marcos Guillermo Díaz. Y Huracán gritó campeón. Huracán sumó su 13º estrella, la 2º de la Gestión Nadur y además, clasificó a la Copa Sudamericana. 



  
Bueno, hasta acá llega el repaso, excluyendo el torneo local que obviamente está en juego actualmente y lo mismo para la Copa Argentina en la cual Huracán enfrentará a Independiente Rivadavia. El balance es positivo, si bien no hay que olvidar que de los 228 partidos, casi 200 fueron en la B Nacional y Huracán pasó el peor momento de su historia en el primer año de gestión, eso ya es pasado y hay que mirar al futuro; Huracán está en primera. Costó mucho, pero se logró. Se ganaron 2 campeonatos en una misma temporada (ya que las dos copas pertenecen a la temporada 2013/2014) cosa inédita en la historia del club, que debe servir de base para ganar tantos más en menos tiempo. Pasaron muchos DT, pasaron muchos refuerzos, pasaron muchos dirigentes. Esto va desde un lado parcial, es solo el fútbol profesional, son solo números. ¿Qué se mejoren? Sí. Como bien dije al principio de la redacción, esto es todo para progresar. Siempre mirando para adelante. Esperemos que los números sean aún mayores, ya que se ha sacado el 48% de los puntos en casi 4 años. Esperemos que esto pueda ir mejorando, a través de los años, y siempre en primera división y, con mucha más regularidad y con mucha mejor planificación, en torneos internacionales.




@NachoCaputo para Revolución Quemera.