miércoles, 2 de marzo de 2016

¡Que victoria, Globo!

Centenario. Peñarol. En el estadio, entre otras cosas,  se jugó la primera final de un mundial. El Carbonero es uno de los equipos más importantes del continente y pioneros/inventores de la Copa Libertadores. Centenario: mítico. Peñarol: mística. Bueno. Fue Huracán. Poco le importó el pasado y el Curriculum del rival. Con bajas y varios suplentes. Lo planteó fenómeno. Volvió a hacer historia. Triunfazo. 
En la Tribuna de Las Américas tratábamos de visualizar el equipo qué iba a parar Dominguez. No veíamos a Ábila. Tampoco a Montenegro. Nos parecía raro. De repente, con mis enormes compañeros de tribuna, nos pusimos el traje de entrenador y empezamos a improvisar o tratábamos de descifrar cuál era la intención de nuestro entrenador en Montevideo. Lo cierto es que copó el medio y la zona de ataque con jugadores rápidos para darle agilidad a cada ataque de Huracán. Todo le salió muy bien. Más aún cuando Gamarra, sonriente, tomó una pelota en el medio, se animó y metió un golazo. Deliramos todos. El Kaku se encargó de hacernos reír.



Tras abrir el marcador, el Globo tuvo espacios y terreno para ampliar la ventaja. Los locales sólo jodían con balones detenidos de Forlán y Marcos no nos fallaba cuando llegaban con peligro. Risso se sintió cómodo en su tierra pese a sus limitaciones. Sosa no parecía un juvenil. Sosa parecía Lugano o Godín. Balbi cumplió y San Román fue uno de los puntos más altos. 
En el medio, Bogado (le anularon mal el gol aunque no sé cómo íbamos a salir de Uruguay si lo convalidaban -no nos importaba mucho-) corrió un montón y bancaron la parada con Mariano Gónzalez que trasladó mucho y a veces no simplificó pasando la pelota. El 7 sigue bajo pero con sumó sacrificio. Quiero que Espinoza se preocupe por generar. No por impedir que el rival genere. Gamarra la rompió y Miralles fue de lo mejor del equipo. Todos supieron cómo jugar el partido. El entrenador lo leyó fenomenalmente y los jugadores lo llevaron a cabo de muy buena manera. Huracán fue a buscar el partido. Tuvo muchas chances y cuando había que ponerle garra, los charrúas eran los de blanco. Pocas veces se perdió el orden. 

En la tribuna sólo tuvimos un inconveniente en el descanso pero no pasó a mayores. La salida fue prolija con algún que otro cruce pero sin gravedad.



Nos dimos el gran gusto de ganar en el Centenario. Seguimos mirando a los ojos a la historia. No le bajamos la vista. Sirve mucho para la confianza. Ahora a cambiar el chip y pensar en el torneo que se viene Estudiantes. Ahí está nuestra prioridad.
#HaceteSocio. Estos tipos tienen algo. ¡Basta de excusas!

Juan Manuel Penalba
@JuanchoPenalba