martes, 24 de septiembre de 2013

Historia de Huracanes


En mi ultima publicación en el blog, un Quemero me dijo que si bien era muy lindo y real lo que había escrito, todos los hinchas  de  todos los equipos piensan los mismo de su club… 
Entonces, pensé:  si a HURACÁN lo hace grande su gente, porque no contar una historia de un Quemero que no pude llegar a conocer bien pero que si dejo su huella en su familia hasta hoy.

Me remonto mas  o menos 70 años atrás cuando Juan, un joven oriundo de Carlos Casares, arribó a la gran Capital Federal, ya siendo hincha de Huracán por que en su pueblo habla , un club llamado así  …. Y por su puesto en Buenos Aires, se enamoró del  glorioso HURACAN DE PARQUE PATRICIOS visitando partido a partido el GRAN PALACIO TOMAS ADOLFO DUCO. Pasaron los años, se casó y tuvo hijos. Y los domingos, en familia, disfrutaba de la sagrada picada con vermut, el asado y después todos a la cancha. Su lugar en la Bonavena no era sino contra el alambrado atrás del arco y en los entre tiempos se juntaban todos a comentar el partido.

Vivió los campeonatos ganados por el GLOBO, me lo imagino contento saliendo del Palacio habiendo visto al gran HURACÁN del 73. Ese equipazo del Flaco.
Esta historia me la cuenta uno de sus hijos, mi viejo querido, con quien (ya saben) voy a la cancha pero no al alambrado sino juntitos en  la popular en el lugar de siempre, junto a mi hermano futuro futbolista que se desespera gritando “Toca pibe toca, por abajo pibe”.

También esta la “otra”  Quemera la que era bostera  (la vendida para algunos) pero que de tanto ver sufrir a su marido y sus hijos esos 90 y pico de minutos de cada partido del Globo se hizo hincha de HURACÁN  Y si se lo pedis está siempre lista para acompañarte a la cancha , colectivo, tren y subte y ya está sentadita en la popular alentando y si la vieran festejar los goles por Dios- O las apuestas que les hace a sus compañeros de oficina y como defiende a su equipo cuando le dicen que el Globo esta en la B…
Esa es una hincha del Globo, sin ser socia, sin ir todas las fechas a la cancha. ¡Esa mujer increíble es Quemera y es mi vieja!

Y como olvidarme de Omar (mi tío , que no va seguido a ver los partidos, pero en las audiciones del Globo siempre deja un mensaje de aliento para que lo pasen al aire y la verdad es que cuando va  al PALACIO lo miro de reojo y le veo la cara de sufrimiento hasta que HURACÁN canta el tanto y la popular explota. Él,  también. Cuánto guarda este hombre y tan poco dice…

Y así mi familia me sigue contagiando día a día la Enfermedad Quemera, esa enfermedad que no tiene cura y es maravillosa. ¿QUE ME VAN A HABLAR DE AMOR?




 Cada Quemero tiene su historia, sus emociones y su forma de vivir este sentimiento. Hoy les 
regalo, yo mi pequeña historia, una historia de 
un Huracán que contagió una pasión y puso su granito de arena. Que lindo seria abuelo poder compartirla con vos.


¡Gracias!

Silvina Busto
@SoyQuemeraaa