Es complicado escribir y encontrarle la vuelta a un equipo que pasa un momento súper delicado. Un equipo que sumó su cuarta derrota seguida. Un equipo que se acostumbró, una vez más, a perder. Un equipo que no tiene identidad. Un equipo que se derrumba cuando le hacen el gol. Un equipo que no tiene gol y tampoco tiene chances para intentar llegar a ese gol. Un equipo que no que defiende poco. Un equipo que sólo rescata a dos o tres jugadores. Un equipo que de los últimos cinco partidos, sufrió cuatro expulsiones. En fin. Huracán está muy lejos de ser un equipo. Porque los dirigidos por Mohamed cada vez están más vulnerable. Cada vez es más fácil ganarle porque psicologicamente necesita de los mejores libros de Freud o alguno sus colegas que trasgredieron.
El entrenador también está desorientado. Cambia constantemente con pocos días de entrenamiento. No le sale las modificaciones. Tampoco contagia su mensaje de que la "actitud no se negocia" y menos puede lograr una ingeniería para que Huracán pueda llevarse los tres puntos. No debe irse. Pero sí realizar una fuerte autocrítica porque son decisiones de él, los jugadores que llegaron al club. Tendrá que seguir trabajando. Quiza con más turnos y con mayor humildad, algo que perdió desde que llegó al club. Insisto: sólo Banfield tiene más nombres que el resto. La clave es en encontrar una idea y saber llevarla a cabo.
Con respecto al partido en sí, el primer tiempo fue muy malo. Huracán no llegó y Leandro Díaz se sumó a la lista de jugadores irresponsables con Arano y Arraya. El 9 que tiene que hacer goles, pegó de más y se fue bien expulsado. Sólo hubo una tapada de Monzón en los primeros 45 y unas buenas intenciones de Bustos, que volvió luego de mucho tiempo y no desentonó.
En el complemento, la incertidumbre era saber cómo iba a estar en lo físico el Globo. El rival sumó gente en ataque pero NO llegadas con peligro. Huracán era más inteligente pero le faltaba certeza en los metros finales. Fue en el mejor momento nuestro cuando Argañaraz cobró un penal inexistente que Acosta desperdició. Golpe anímico a favor para nosotros y más cuando el juez mandó a las duchas al defensor de Patronato, también, de mala manera. Fue allí cuando Mohamed sacó volantes y sumó delanteros para llevarse los tres puntos. Por eso fue intenso el final: había más espacios y las piernas no respondían como al comienzo.
La diferencia la hizo Brum que se encontró sólo sin ningún bloqueo posible y clavó un golazo con un remate muy fuerte contra el palo. Con el gol, las dudas crecieron, el equipo se desvaneció y luego llegó el segundo que prácticamente lo regaló.
Ya son 6 derrotas en 9 encuentros. Sólo Defensa y Justicia fue superior. Por eso preocupa mucho el presente. Porque Huracán se aleja de todo. Los PRO-Mohamed, que ya daban por seguro el ascenso, culpan a los jugadores y dirigentes. Los que ya quieren la renuncia y cárcel al entrenador, quieren cambios ya. A ambos les digo que todavía no se disputaron ni 10 partidos. Es preocupante. Pero Mohamed debe cumplir su mandato y solucionar él, los problemas con el equipo.
Al hincha, que por perder quiere romper su carnet, les digo que si desean mejores jugadores, se necesitan más ingresos. Los resultados no ayudan. Pero si mi vieja no me compra un auto, la voy a querer igual.
Semana larga para pensar, para trabajar en dos turnos e ir planificando un nuevo partido. Me duele mucho todo esto. Pero no hay que abandonar. Nunca.
Juan Manuel Penalba
@JuanchoPenalba
