Sangre de Cristo
Yace inerte, ensimismado en su lecho.
Inconsciente, por su naturaleza, de cuanto sucede a su alrededor. A través de
las transparentes paredes que lo circundan podría observar las más variadas
imágenes (distorsionadas por la curvatura del cristal), es que en su nombre se
reúnen amigos a descubrir los más apasionados y recónditos caminos del
conocimiento, se congregan amantes sellando juramentos de amor eterno, y se
inspiran solitarios escritores cuando necesitan afrontar ese salto tan temido
del pensamiento a la acción.
Su magia radica en el triunfo
definitivo e implacable frente a lo inevitable: el paso del tiempo, supongo que
por ello los grandes del renacimiento lo usarían como elixir de la vida, para
tratar de detener el tempus fugit.
Desde tiempos inmemoriales el vino forma parte de la vida humana. La religión
católica lo hizo uno de sus símbolos: Jesucristo lo convirtió en su propia
sangre. No hay festividad judía sin vino. Los griegos y romanos fueron aún más
allá, Dionisio o Baco era el nombre del dios del vino.
La capacidad de extraer los
pensamientos más elaborados, de permitir a su interlocutor desarrollar una
idea, puede deberse a que la temperatura ambiente es la ideal para ingerirlo,
no lo afecta, no pierde gas, no se enfría ni calienta, más bien espera.
Espera a quien lo beba como el
combustible aguarda que el motor se ponga en marcha, e inmediatamente las ideas
comienzan a surgir por si solas.
¿Quién determina dónde se encuentra
la delgada línea que separa el éxito del fracaso?
¿Puede un resultado determinar la validez o no
de un largo y sacrificado trabajo? ¿No valió de nada el entrenamiento si la
pelota pica afuera de la cancha? ¿No es reconocido el estudio si se aplaza un
examen? ¿No vale la pena intentar jugar de otra manera, romper los paradigmas,
desafiar las verdades establecidas? ¿O es simplemente genuino mientras los
resultados acompañen? ¿El resultado da legitimidad a la forma, o más bien es
ella quien lo legitima? ¿El fin justifica los medios? Por otro lado, ¿Hay algún
medio que nos garantice fehacientemente que se vaya a cumplir determinado fin,
o simplemente lo asumimos por contraposición, casi caprichosamente? ¿Jugar mal
te garantiza ganar?
Levanto la cabeza. Quinto – sí,
quinto – gol de Defensa y Justicia. Segundo
del torneo, a 1 punto del primero. Casi sellando su ascenso. Hacía tres
partidos que no ganaba. El técnico, quien reconoce a nuestro Ángel Cappa entre
sus maestros, comenta que en la charla previa convenció a sus jugadores que no
se apuren, que si bien no habían logrado la victoria en las anteriores
ocasiones, venían haciendo lo correcto, que siguieran igual. No se si llorar o
aplaudir.
Juan Rey, para
Revolución Quemera.