La
figura humana ha sido – y será- uno de los leit-motiv- de la tradición
pictórica en el mundo.
El hombre, con su herramienta de trabajo, con un libro, una flor, una guitarra… en fin con innumerables objetos fue retratado ya clásicamente, o en forma expresionista o con los “ismos” vanguardistas que la ocasión requirió.
El hombre, con su herramienta de trabajo, con un libro, una flor, una guitarra… en fin con innumerables objetos fue retratado ya clásicamente, o en forma expresionista o con los “ismos” vanguardistas que la ocasión requirió.
“Hombre
con hacha” por Paul Gauguin en 1891, “Hombre con pipa” (1925) Joan Miró, “Hombre
con guitarra”, 1911 por Georges Braque, “Hombre con cabeza llena de nubes”,
1936, por Dalí, “Hombre barbudo”, famoso dibujo de Rembrandt, “Hombre buscando
pulgas” por Goya, “Hombre tuerto”, por Vincent van Gogh… son sólo una escueta
muestra de ello.
Siempre
el hombre.
En
forma de Dios, santo, monstruo pagano, príncipe, rey, político o humilde
trabajador…
Siempre
un objeto: guitarra, hoz, pelota de fútbol…
El breve relato de hoy
trata de pintar a un hombre común con un rosario en su mano.
El
rosario es un
rezo tradicional católico que conmemora veinte “misterios” de la vida de
Jesucristo y de la
Virgen María.
Hay
“misterios” gozosos, dolorosos y hay misterios “gloriosos”: la resurrección, la ascensión, la venida
del espíritu santo…
Del
rosario se reciben bendiciones: los que sufren hallan alegría, los pobres son
socorridos, los ignorantes son instruidos…los
humildes triunfan sobre los vanidosos…
Cuantas
veces hemos apelado a esta imploración religiosa para lograr un objetivo.
Hasta
aún hoy, nuestros políticos “visitan” al Papa Francisco – muy cuervo él- para
lograr una bendición- rosario en mano las más de las veces.
Nuestro hombre con rosario es un simple técnico
de fútbol.
Ni
la sabiduría de Guardiola, ni la sarcástica dialéctica de Mouriño, ni la
postura versacista de Simeone.
Kilos
de más, rulos de más en una cabeza prominente (disculpame Cabezón)
Y el rosario.
Ese
rosario al que se aferra emocionadamente cada partido.
El hombre con rosario
podrá entrar en la historia de Huracán
que sólo dos elegidos han alcanzado en la contemporaneidad: Menotti y Cappa.
Uno
con estrella real, el otro con estrella moral.
Ambos
sin rosario.
Las
demás estrellas también tuvieron lógicamente su técnico y su valor, pero no se
registran –quizás inmerecidamente – en la memoria huracanense.
No se si alcanzarás los
objetivos querido Apuzzo.
Pero gracias igual.
Gracias por ser del
Globo.
Que el rosario te ayude.
Si no lo lográs- igual
quedarás en la historia.
En la historia de los
que queremos y rezamos por Huracán.
Arq.
Marcial Sarrías , antes de ser Campeones y lograr el
ascenso a Primera.
P.D.:
Es injusto que no nombre a
Gabriel Rinaldi …
si leés esto hacele llegar un fuerte abrazo. Él también entró en nuestra historia.