Ojalá nos
volvamos en primera ronda. (Escrito evidentemente sin soporte de la inteligencia artificial,
apenas una catarsis quemera)
Perdón Leo,
Perdón Lio. Sé que es una opinión impopular. Que será el último mundial de
Messi, que Scaloni está haciendo un gran trabajo, que hay juveniles para rato,
que la selección emociona, ilusiona e incluso une al país.
El problema no es
con ustedes Dibu, Cuti, Lionel, Lautaro, Julian. Ustedes son superestrellas,
nos llevaron a lo más alto, nos hicieron emocionar hasta las lágrimas, los
pibes en las plazas usan sus remeras.
Me encantaría
estar pidiendo el bicampeonato. El problema es lo que eso acarrearía en el día
a día, en nuestro metro cuadrado, en nuestros fines de semana durante los
próximos 4 años. Solo imagínense por un minuto. Acompañénme a ese 2029:
A esta altura el
competitivísimo torneo de los bicampeones mundiales, cuenta con 72 equipos en
primera división. Cada uno de ellos juega un partido por año en su estadio, y
el resto en Santiago del Estero. No me refiero exclusivamente al estadio “Madre
de Ciudades”, sino que se reparten los partidos entre los 8 estadios olímpicos
recién inaugurados en la provincia.
Volvieron los
visitantes, o, mejor dicho, los neutrales. Claro, entre los 72 equipos no
figura ninguno de los clubes populares del siglo anterior. River, Boca, Racing,
Independiente, San Lorenzo, Huracan, Estudiantes, Gimnasia, Velez, Argentinos
Jrs. Ninguno. La explicación es simple: se repartieron 3 cupos por provincia y
3 para la capital, donde el criterio de asignación fue, directamente, una
subasta. Transparencia institucional. Lo positivo para los hinchas es que se
terminaron las listas de espera, la reventa y los socios adherentes, y en la
Argentina del Chiqui ya no hay problemas de entradas para ver los partidos de
cada fin de semana: Wanderers de Concordia contra Esquel Futbol club registró,
de hecho, el ingreso más ágil de simpatizantes en la historia de las ligas
profesionales del planeta. Otro poroto para la gestión bicampeona del mundo.
El candidato a ganar
la superliga interestelar es el Barracas Central de Lamine Yamal, que buscará
revalidar la conquista del año anterior, enfrentando al Riestra de Mbappé. Partido
que será, por otro lado, una muy buena preparación para los dos representantes
argentinos en el próximo mundial de clubes. Claro que dichas contrataciones galácticas
son solventadas por la casa madre del futbol, a través de la recaudación por los
derechos de televisación de los Boca-River que se juegan en Arabia.
El detalle que
podría complicar las chances de nuestros cuadros para traer la copa mundial es
que, así como hay diferencias entre NBA y FIBA, los representantes argentinos
van a competir en un torneo con un reglamento distinto. Luego de la obtención
de la cuarta estrella, por votación unánime en el comité ejecutivo de AFA, cada
semana en el ámbito local Riestra y Barracas juegan con 12. Sí, hace 3
temporadas se aprobó la llamada “ley de transparencia” y los árbitros ya no
visten de negro, sino que directamente salen a la cancha con la camiseta de esos
clubes. Esto fue calificado como un avance hacia el fair play, ya que, al
transparentar la falta de imparcialidad, los rivales directamente han dejado de
discutirles. De hecho, utilizan los partidos ante estos clubes para foguear a
los juveniles, y preservar a los titulares. Esto, entre otras cosas, valió a la
AFA el reconocimiento de ser la liga mundial con menos expulsiones. Otro
momento “Muchaaachos”
Volviendo a noviembre
2025 y a falta de ocho meses para la cita máxima, espero equivocarme. Mis más
profundos deseos que la lógica cambie. Que un triunfo en algo no implique tener
razón en todo. Que nos devuelvan algo de lo lindo de ver futbol. Ese deporte
que era “la dinámica de lo impensado”, y hoy pasó a ser “insoportablemente
previsible”, donde se oye en cada cancha de cada equipo “pasó lo que sabíamos
que iba a pasar”.
No pido la
premier league, simplemente algo normal y entendible. Un torneo con reglas
claras y previsibles, una cantidad razonable de equipos, un número lógico
partidos de local, un referato acorde.
También, vale
aclarar, deseos que el 2026 nos traiga un fútbol mejor jugado por nuestro
querido Huracán.
Abrazo quemero y
feliz año para todos


