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Siento sin compromiso esta necesidad de escribir
unas líneas en honor a nuestro onomástico.
Siento
sin confundirme una tristeza inmensa, un punzante dolor en el pecho, una
ira que quema como pocas otras cosas, una resignación temprana (muy temprana),
una determinación cada vez más firme a creer en el destino, en el eterno
retorno del alma al mismo punto.
Siento
sin compartir con muchos, que no
podemos renegar de nuestro pasado, de nuestro estilo, de nuestras formas. Que
para volver a ser grandes pasado mañana, tenemos que mirar para adentro hoy, y
ser prolijos mañana, dejando de lado egos y ambiciones personales, reflotando
aquella vieja frase que supieron enarbolar nuestros abuelos, y sus abuelos “A Huracán todo, sin pedirle nada”.
Siento
sin cobardía de decirlo que las lacras siguen estando, que como dice la
física nada se crea ni destruye, todo se transforma. Que no hay que buscar
villanos ni culpables afuera. Que quienes alzan su dedo acusador al grito de “mercenarios”, “no quieren al club”, “donde
estaban cuando….”, son los mismos que se tiran carnets para entrar al
estadio, que saltan los molinetes, que logran suspender con sus trifulcas
inservibles la ilusión de muchos laburantes, de muchas familias, de muchos
chicos, que no nos olvidemos que le pegaron a nuestra gente. Que se llevan a
sus arcas el sacrificio que a vos te cuesta la cuota.
Siento
sin corregirme un asco nauseabundo al ver cómo la rata se lava las manos
por televisión, nos miente en la cara y se ríe de nosotros, como si fuéramos ignorantemente
estúpidos.
Siento
sin comulgar con la mayoría una sana envidia por los clubes con dirigentes
capaces de juntarse y pensar en un bien común. Con proyectos medibles, con
planificación sostenida, con estrategias.
Siento
sin comprenderlo, por otro lado, un orgullo que infla mi pecho cada vez que
me identifican con Huracán. Cada vez que veo un Globo pintado en alguna pared
de cualquier barrio, cada vez que me dicen “Como
les robaron” o “Que linda cancha que tienen”. Cada vez que hablo con alguien de
otro club, que me cuente con admiración de nuestros gloriosos días que no tuve
la dicha de vivir.
Siento
sin coordinar mi cabeza con mi corazón
que pase lo que pase seguiremos. Que el partido que viene voy a volver a
llegar a nuestro Palacio, y tras los acostumbrados rituales, encontrarme ahí,
en el paraavalanchas de siempre, al lado de la salida, en línea entre el cartel
de “Ruibal” y el puestito de chori, con mis amigos de la cancha. Que Juan, Leo,
Lauti y Marcial son unos locos lindos que a pesar de todo siguen estando,
poniéndole el alma a Huracán, colaborando y bancándose las vicisitudes de la
nefasta política interna de nuestro club. Que tuve la suerte de elegir mi lugar
en la cancha cerquita de ellos, y hoy somos todos parte de esta Revolución.
Siento
sin confesarlo que te necesito.
Juan Rey, para Revolución Quemera
PD: Felices
ciento cinco años Quemeros, que los próximos sean mejores y nos encuentren
unidos y con muchos socios, para un Huracán grande y en primera.
¡Juega Huracán!
Desde las 18.10 hs, Huracán enfrentará a Douglas Haig en un duelo clave por la zona baja. El partido irá por DeporTV.
Monzón; Mandarino, Ferrero, Domínguez, Arano; Capurro, Cuesta; Milano, Defederico, Villafañez; Arraya.
Díaz, Sotelo, Zaragoza, Villarruel, Romero Gamarra, Kuszko, Espinoza y Caruso. Uno quedará fuera.
¡¡¡VAMOS GLOBO!!!
Monzón; Mandarino, Ferrero, Domínguez, Arano; Capurro, Cuesta; Milano, Defederico, Villafañez; Arraya.
Díaz, Sotelo, Zaragoza, Villarruel, Romero Gamarra, Kuszko, Espinoza y Caruso. Uno quedará fuera.
¡¡¡VAMOS GLOBO!!!