jueves, 6 de febrero de 2014

La Previa, por Juan Rey

Vuelve el fútbol
Ese deporte para lords, jugado por bestias”.[1]


Esa inexplicable ceremonia que logra paralizar durante 90 minutos a miles y miles de personas.
Esa combinación casi infinita de posibilidades, que logra la más perfecta igualdad de oportunidades, permitiendo al más humilde David contar con armas para hacer frente a los poderosos Goliat.
Esa interminable sucesión de rituales, costumbres y cábalas.
Ese inentendible amor por una prenda de vestir, por una estructura de hormigón y concreto, por un gran jirón de tela.
Esa enfermedad de transmisión hereditaria, de la que todos somos portadores.
Ese equilibrador social, particular situación de la vida en la que los hijos de los ricos pagan para ver divertirse  a los hijos de los pobres, deseando en lo más profundo de su existencia ser como ellos.
Esa elevada situación espiritual, a la que se llega tras tirar un caño.
Esa humillación profunda, a la que se llega tras comerse un caño.
Esa hermosa locura de gritarle improperios a una tribuna visitante vacía.
Ese dolor de garganta que solo se cura alentando.
Ese fuego que la lluvia, lejos de apagar, alimenta.
Esa sensación de imbatibilidad que otorgan las victorias.
Esa sensación de irreversibilidad que marcan las derrotas.
Esa lunfarda satisfacción por junar una buena gambeta.
Ese regocijo arquitectónico y estructural, al ver construida una fenomenal pared.
Esas alegrías tan puras, que estallan al grito de gol.
Esas tristezas tan sentidas, tan genuinas, tan puras como las lágrimas de los más pibes.
Esos recuerdos tantas veces contados por los más grandes.
Esas recordadas odiseas, buscando las figuritas para llenar el álbum.
Esas figuras idolatradas, crucificadas y repatriadas.
Esos pósters que no fueron, y tantos otros que serán.
Ese infundado presentimiento optimista, contrario a toda lógica y definitivamente nada racional.
Ese tema recurrente.
Esa materia de la que todos damos cátedra, que se dicta en cada café, en cada esquina y en cada reunión.
Esa esperanza que hoy, inevitablemente, resurge.

Juan Rey, para Revolución Quemera.




[1] Nota del Autor: hay un viejo dicho británico que sostiene que “el football es un deporte para lords jugado por bestias, mientras que el rugby es un deporte para bestias, jugado por lords”.